La mediación de conflictos es una puesta en práctica de los nuevos ideales educativos en cuanto a la resolución de problemas.
Adoptar una nueva postura frente a un problema supone un avance y progreso por parte de las instituciones educativas, favoreciendo por tanto la implantación de un modelo relacional o integrado y eliminando el obsoleto e infructuoso modelo punitivo.
Es conveniente conocer por tanto, cómo se intentan solucionar los conflictos mediante la figura del equipo de mediación.
No puedo empezar sin aclarar que el mediador no es un juez sino un mero intermediario en el conflicto.
Normalmente, estos equipos de mediación suelen estar formados por personas ajenas o desconocidas para no favorecer a ninguna parte ya que se persigue la mayor objetividad posible.
Esta mediación es discreta, con turnos de palabra y se genera el respeto por el compañero. Consiguen al final llegar a un acuerdo que los propios afectados elaboran.
En esta mediación tenemos varias fases que explicaré brevemente:
-Fase de premediación: Es donde se crean las situaciones para llegar a la mediación.
-Fase de mediación:
1)Presentación y reglas del juego: Se da pie a que se cree una confianza entre los mediadores y los afectados.
2)Desahogo: Exponen el conflicto cada uno desde su punto de vista mientras los mediadores escuchan.
3)Aclarar el problema: Los mediadores intentan poner a una parte en el lugar de la otra para ver también los puntos de confluencia y de divergencia del conflicto, para poder solventarlo.
4)Proponer soluciones: Cada uno propone una solución al conflicto e intenta modificar una actitud para llegar a una resolución del problema.
5)Elaborar un acuerdo: Se evalúa la puesta en marcha de esas propuestas de solución que aceptan y firman ambas partes.
Pero no todo acaba aquí, después se hace un seguimiento para ver si el conflicto se ha solucionado verdaderamente. No todo el mundo vale para ser mediador, hay que tener unas habilidades que sirvan realmente para propiciar el acercamiento.
Algunas de estas habilidades son:
-La escucha activa: que es intentar comprender lo que las personas están expresando.
-Mostrar un interés por lo que se cuenta.
-Clarificar conceptos o hechos que un afectado haya querido aclarar y mostrárselo a la otra parte, creando cierta empatía entre ellos.
-Parafrasear: Repetir con palabras propias las ideas de los afectados.
-Resumir lo que se cuenta y los sentimientos de ambas partes.
-Reflejar: Indagar sobre las emociones que han invadido a la persona que habla con la situación que ha sucedido.
-Ponerse en el lugar del otro: Promover expresiones que muestren que les están escuchando.
-Mensajes en primera persona: Deben intentar que los afectados cuenten los hechos de forma no agresiva, diciendo qué sentimientos le produce y expresar sus deseos.
Y, por último, hay que saber estructurar todo este proceso, conociendo sus fases, organizando el camino hacia el que lo queremos llevar y abordando los temas principales de la cuestión.
No olvidemos que la mediación es voluntaria, confidencial y está basada en el diálogo y la colaboración.
Por tanto, como conclusión decir que es un proceso que lleva mucho trabajo detrás y que casi sería inútil hacerlo sin después realizar un seguimiento del caso. No hay que hacer sólo que el conflicto quede solucionado, sino que se cree un buen clima que no afecte a la vida escolar y académica de las partes y que les enseñe también a ver los problemas como algo que se puede solucionar.
Hacer un mundo escolar mejor está en mano de todos y ellos son los que ponen el primer eslabón de esta cadena, son la base del sistema, por tanto, si ellos se sienten cómodos en la escuela se favorecerá casi inconscientemente un buen funcionamiento del resto de los elementos del sistema.
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